La cal es el mayor enemigo de las cafeteras automáticas.
Con el fin de prolongar la vida útil de su cafetera automática, JURA ha desarrollado una pastilla de descalcificacion de 2 fases que elimina la cal con delicadeza y al mismo tiempo cuida de su cafetera automática.
Descalcificación en 2 fases
La pastilla de descalcificación con tiempo óptimo de disolución diseñada especialmente para las cafeteras automáticas JURA descalcifica de forma limpia, eficaz y especialmente sostenible.
El nuevo proceso de descalcificación se presenta en dos fases:
Solo las pastillas de descalcificación JURA originales garantizan una higiene y protección perfectas. Nuestras fórmulas de protección y composiciones están perfecta y completamente adaptadas a los procesos y materiales de las cafeteras automáticas JURA.
Sin fosfatos
Para JURA, la brillante inteligencia ecológica cuenta con la misma tradición que el trato sostenible de los recursos y la energía. Por ello, con las pastillas de descalcificación, JURA también apuesta por una composición sin fosfatos. La fórmula optimizada garantiza una higiene con certificación TÜV al mismo tiempo que favorece la protección del medioambiente y un perfecto resultado de café.
La organización de inspección internacional e independiente TÜV Rheinland ha otorgado a JURA el certificado para máquinas automáticas para especialidades de café sin contaminación a nivel microbiológico, aplicando los criterios más estrictos. Este certificado acredita que: los productos de conservación originales, adaptados de forma minuciosa a los programas de control electrónico, garantizan un nivel de higiene y limpieza con certificación TÜV en cualquier máquina automática para especialidades de café JURA.
La cal se deposita al calentar el agua. La cal estrecha los conductos, lo cual puede no solo prolongar los tiempos de calentamiento y aumentar el consumo de electricidad, si no que puede provocar la avería completa de una máquina. La cal no solo daña su máquina automática para especialidades de café, sino que también influye negativamente sobre el sabor del café. Si bien es cierto que, en cantidades reducidas, la cal aporta claramente un sabor particular, un contenido demasiado elevado de cal genera un regusto desagradable e impide que los aromas del café puedan expandirse en todo su esplendor debido a las oscilaciones de la temperatura del agua.